Por Yeimi Torres
Jorge Valencia, o el Zar de las Franquicias, como se le conoce internacionalmente, nació en Cholula, México. Como empresario experimentado, tiene más de 30 años de experiencia en la industria de franquicias, pero es también un hombre que tiene muchas vertientes. Se identifica como hijo de mami, fan de su perro Logan, casado felizmente por 10 años con Angelica, cinéfilo, amante de la música, fanático de los Beatles y de los Dallas Cowboys. Es ingeniero industrial de profesión, con maestrías en administración de empresas y en finanzas; y cuenta con diversos diplomados en mercadotecnia, empresas familiares, entre otros roles.
Habiendo sido franquiciador y franquiciado, certificado como Certified Franchise Executive (CFE, por sus siglas en inglés), y teniendo una amplia experiencia en franquicias, Valencia decidió convertirse en consultor de franquicias para aquellos que querían invertir en una franquicia. En ese rol, conoció al Rey de las Franquicias y se dio cuenta de que sus servicios eran similares a los que estaba ofreciendo este. Fue entonces cuando decidió convertirse en algo más que un rey y emergió como el ‘Zar de las Franquicias’. “Mi propósito no era presumir del título de ‘Zar’, sino más bien, invitar a los franquiciadores para defenderlos de las franquicias malas”.
FM: ¿Cuáles son algunos de los desafíos comunes que enfrentan los franquiciados latinos y cómo pueden abordarse?
JV: Existen diferentes barreras, pero una de las más comunes es el papeleo. Los estadounidenses hacen contratos muy estructurados, con múltiples reglas, manuales complejos, procesos, etc. Los latinos no están acostumbrados a seguir reglas ni leer manuales, entonces hay una gran oportunidad de adaptarse para poder triunfar proporcionándoles apoyo y guía. Otra limitación es que “los estadounidenses prefieren hacer negocios con otros estadounidenses”, razón por la cual actualmente hay pocos latinos en las grandes cadenas. Esto se puede abordar de manera efectiva a través de organizaciones como la Asociación Latinoamericana de Franquicias (ALF), que no solo brinda educación sino que también apoya y desarrolla más franquicias y franquiciadores latinos, creando un ciclo de crecimiento dentro de la comunidad latina.
FM: ¿Puede proporcionar una descripción general de la industria de franquicias latinas y sus tendencias actuales?
JV: Luego de participar en estudios de investigación sobre las franquicias en Latinoamérica, descubrimos datos interesantes sobre la situación actual del mercado. Solo entre un 4% y 6% de las franquicias sobreviven 10 años o más y/o tienen más de 100 unidades. La mayoría (75%) de las franquicias son jóvenes, con menos de 5 años en el mercado y menos de 10 unidades; pero con una alta tasa de mortalidad asociada principalmente a la falta de preparación. También están las franquicias nacionales maduras, aquellas que cuentan con 20-60 unidades y están en proceso de institucionalización; y finalmente las franquicias Pro, que manejan marcas exitosas internacionalmente, tales como Segway, McDonald, etc. En cuanto a las tendencias, se observa que existen más de 200 giros de franquicias, y los restaurantes, que antes solían dominar en esta industria, han sido desplazados parcialmente, y ahora vemos un cambio positivo hacia franquicias de salud, niños y, educación para niños.

FM: ¿Cómo difieren las estrategias de marketing y publicidad cuando se dirigen a potenciales franquiciadores latinos?
JV: Cuando vendemos franquicias a latinos, el enfoque debe ser diferente, en comparación con los estadounidenses que prefieren datos numéricos y rendimiento. Necesitamos apapachar a los latinos, explicarles las perspectivas y conectar emocionalmente. “Buscar gente que quiera tatuarse la marca, que se sientan cómodos con el concepto del negocio. A veces la gente compra por pasión, no por números, ni siquiera ven el contrato, pero si le gustan los colores y el mensaje es el correcto, conectan con él”.
FM: ¿Cómo pueden las empresas de franquicias latinas contribuir al crecimiento económico y al desarrollo de las comunidades latinas?
JV: El modelo de franquicias ha sido un increíble acelerador de negocios en las últimas cinco décadas, permitiendo la rápida expansión de unidades y creando empleos con seguridad social, capacitación y oportunidades para nuevos franquiciados. Además, este modelo contribuye al desarrollo económico, el pago de impuestos y el crecimiento de proveedores vinculados a la marca. En algunos países, como México, se ha implementado la noción de “franquicia social” para trabajar con grupos particulares, como caficultores, lecheros y costureras.
FM: ¿Qué le parece el lanzamiento de la Asociación Latina de Franquicias en EE. UU. y cuáles son sus expectativas como orador en la misma?
JV: ¡Me da mucho gusto participar en el evento! Mi expectativa es que tanto yo como las marcas latinas que llevamos, podamos hacer mucho networking y dejar una huella positiva para su posterior crecimiento. Quiero presentarles las marcas del Instituto Internacional de las Franquicias y apoyar el desarrollo de la LFA de forma que la comunidad latina vea en mí una ventana para acercarse a la LFA y promoverla en todo el mundo. Como orador, me emociona hablar sobre las franquicias en Latinoamérica. Compartiré la importancia de invertir en EE. UU. y en nuestra región. ¡Latinoamérica es un mercado gigante que a menudo se pasa por alto!
